LA MUERTE: UN AMANECER

Hace ya años escribí este artículo debido a la sorpresiva desaparición de una persona a la que amo, sigo hablando en presente porque todavía lo tengo presente. Sirva de homenaje a todas las personas que abandonaron su cuerpo terrenal para pasar al otro lado.

“ Me gustaría compartir con todos vosotros la visión que tengo de lo que los humanos llamamos muerte. Para mí la muerte sólo es un paso, igual que el nacer. Creo que las personas cuando nacemos elegimos un cuerpo físico para el paso por este mundo, pero sólo es un cuerpo, ya que cuando lo abandonamos nuestra alma, que es tremendamente poderosa, se encarga de seguir en otro estado de energía.
A raíz de este suceso acaecido en mi vida, (como curiosa y ansiosa de aprender), han ido apareciendo en mis manos muchas otras percepciones de la muerte a través de experiencias de otras personas que han estado en el umbral. Claro está, lo que han abandonado este planeta, no nos pueden informar fehacientemente de sus experiencias al pasar al otro lado, pero los que han estado en ese umbral y han regresado han coincidido todos en una misma cuestión: Hay algo al otro lado...
Algunos escépticos opinan que estas personas en su estado han sufrido alucinaciones que les apartan de la realidad, pero lo que si está claro es que se han entrevistado a miles de personas en todo el mundo que no tienen relaciones entre sí y han coincidido siempre en lo mismo. Han tenido las mismas visiones y sensaciones antes de volver a su cuerpo físico.
Ha habido casos de personas ciegas de nacimiento que cuando han regresado han podido decir el color del pelo de la enfermera de la derecha, de que clase era la medalla de uno de los que tenía también alrededor, dimensiones de la habitación en que estaban, etc.
Todo esto sin haber podido ver en toda su vida.
Podría estar contando infinitud de anécdotas relacionadas con estos casos.
Lo que me gustaría transmitir, es que como Yo soy dueña de mis pensamientos, elijo pensar que efectivamente pasamos a otro plano, otra dimensión, otro estado.
Quiero elegir pensar de esta manera porque así siento una profunda Paz Interior y mis emociones se calman. Por el contrario, si elijo que mis pensamientos sean de que aquí todo esto se acaba, mi vida se convertirá en un desasosiego constante. Pero como Yo soy la que controlo mis pensamientos, elijo que éstos sean positivos y esto calma mis sentimientos de desesperación.
Elijo esto así, como muchísimas personas en relación con la muerte, no tener pensamientos temerosos sobre ella, confiar en que hay un camino de posibilidades de aprendizaje cuando ocurre algo tan tremendo para poder llevar la vida lo mejor posible. Creo que los seres humanos son capaces por nuestro gran poder interior, de afrontar las dificultades de la vida sacándole el mayor provecho y cultivar en nuestro ser interno placeres y actitudes positivas, así como de exprimir de estas dificultades el mayor de los aprendizajes.
De esta experiencia tan traumática he aprendido que la muerte no es el final de este trayecto, creo que es una transformación de la vida que nos transporta a una realidad distinta, que morir implica nacer a algo nuevo y todo nacimiento requiere morir en algún sentido. El fruto muere mientras su semilla, hundida en la tierra, da origen a una nueva planta.
“Nacer es llegar, morir es volver” afirma el Tao-Te-Ching."

GRACIAS POR ESTAR AHÍ ESPERÁNDOME NOS ENCONTRAREMOS Y NOS ABRAZAREMOS

Titulo del post y enseñanzas extraidas del libro "La muerte: un amanecer de Elisabeth Kubler-Ross" Maravillosa acompañadora de Moribundos. Gracias por contribuir a mi Paz Interna