Ya de niños, nos preguntan: ¿Quieres a papá? ¿Quieres a la tía? ¿Quieres a tu profesor?
Nadie nos pregunta: ¿Tú te quieres a ti mismo?
Y terminamos gastando gran parte de nuestra vida y de nuestra energía en intentar agradar a los demás. Pero, ¿y qué hay de nosotros? El jesuita Anthony Mello cuenta una genial historia sobre este asunto.
Una mujer y su hijo se encuentran en una cafetería. Tras escuchar el pedido de la madre, la camarera se dirige al niño:
-¿Y tú qué vas a querer?
-Un perrito caliente.
-De eso nada – salta la madre – Lo que él quiere es un filete de ternera con guarnición de verduras.
La camarera, ignorando el comentario, le pregunta al chico:
-¿Lo quieres con mostaza o con kétchup?
-Con los dos – responde el chico.
Y a continuación se vuelve hacia la madre, todo sorprendido:
-¡Mamá!¡ELLA CREE QUE SOY DE VERDAD!
GUERRER@S DE LUZ
Nadie nos pregunta: ¿Tú te quieres a ti mismo?
Y terminamos gastando gran parte de nuestra vida y de nuestra energía en intentar agradar a los demás. Pero, ¿y qué hay de nosotros? El jesuita Anthony Mello cuenta una genial historia sobre este asunto.
Una mujer y su hijo se encuentran en una cafetería. Tras escuchar el pedido de la madre, la camarera se dirige al niño:
-¿Y tú qué vas a querer?
-Un perrito caliente.
-De eso nada – salta la madre – Lo que él quiere es un filete de ternera con guarnición de verduras.
La camarera, ignorando el comentario, le pregunta al chico:
-¿Lo quieres con mostaza o con kétchup?
-Con los dos – responde el chico.
Y a continuación se vuelve hacia la madre, todo sorprendido:
-¡Mamá!¡ELLA CREE QUE SOY DE VERDAD!
GUERRER@S DE LUZ
5 comentarios:
Hola Rosa, pero que buena entrada esta.
Realmente es así y debemos volver la mirada sobre nosotros mismos, lo que somos y lo que ansiamos ser.
Te dejo un beso desde Argentina.
Cierto es que nunca me han hecho esa pregunta...Ahora me la hago a mí misma, ¿me quiero?...sí, claro que sí, y ¡mucho!
Nélida
Cuando educamos a un hijo desde el respeto a sus decisiones y preferencias, será en el futuro una persona respetuosa con los demás y tendrá la suficiente confianza en sí mismo como para no dejarse manipular y gobernar su propia vida con normalidad y respeto consigo mismo y los demás.
Buena reflexión que comparto plenamente contigo.
Un beso, Who.
Interesante anécdota y muy llena de verdad. Gracias por seguir mi blog. Un abrazo.
Muy interesante.
Besos.
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