SUMANDO CORAZONES

SUMANDO CORAZONES

BIENVENIDOS A ESTA NUESTRA ESCUELA DE VIDA

HE PLANTADO Y HA BROTADO. TODO LO QUE HABITA ESTE RINCÓN ES DE IDA Y VUELTA. QUE LA ROSA DEL GOZO FLOREZCA EN VUESTROS CORAZONES.


CANTO Y GRITO FUERTEMENTE A LA FUGACIDAD DE LA VIDA, DE AHÍ MI PASIÓN POR VIVIR SÓLO DE LO ÚNICO QUE POSEO CERTERAMENTE: EL INSTANTE .

LA AUTO-DEMOSTRACIÓN DE UNA BUENA AUTOESTIMA, DEL AUTO-REENCUENTRO, NO SE DA NORMALMENTE EN DÍAS SOLEADOS, ESA SITUACIÓN ES DEMASIADO SENCILLA, PARA RECONOCER Y RE-NACER EN LA LUZ HAY QUE SUMERGIRSE PRIMERO EN LA OSCURIDAD, ES AHÍ DONDE HAY QUE SER CONSCIENTE DE NUESTRA FUERZA, PARA ASÍ PODER TOMAR EL IMPULSO NECESARIO PARA LLEGAR A ACARICIAR A LAS ESTRELLAS.


TODOS VUESTROS COMENTARIOS ACARICIAN MI SER, MI ESENCIA, MI ALMA, MI TODA YO. SOIS AMOR... GRACIAS DESDE LO MAS PROFUNDO DE MI CORAZON..

Guerrer@s de Luz - Los autentic@s dueños de este blog

lunes

¿A QUIEN QUEREMOS?


Ya de niños, nos preguntan: ¿Quieres a papá? ¿Quieres a la tía? ¿Quieres a tu profesor?
Nadie nos pregunta: ¿Tú te quieres a ti mismo?
Y terminamos gastando gran parte de nuestra vida y de nuestra energía en intentar agradar a los demás. Pero, ¿y qué hay de nosotros? El jesuita Anthony Mello cuenta una genial historia sobre este asunto.
Una mujer y su hijo se encuentran en una cafetería. Tras escuchar el pedido de la madre, la camarera se dirige al niño:
-¿Y tú qué vas a querer?
-Un perrito caliente.
-De eso nada – salta la madre – Lo que él quiere es un filete de ternera con guarnición de verduras.
La camarera, ignorando el comentario, le pregunta al chico:
-¿Lo quieres con mostaza o con kétchup?
-Con los dos – responde el chico.
Y a continuación se vuelve hacia la madre, todo sorprendido:
-¡Mamá!¡ELLA CREE QUE SOY DE VERDAD!

GUERRER@S DE LUZ

5 comentarios:

Navegante dijo...

Hola Rosa, pero que buena entrada esta.
Realmente es así y debemos volver la mirada sobre nosotros mismos, lo que somos y lo que ansiamos ser.
Te dejo un beso desde Argentina.

Anónimo dijo...

Cierto es que nunca me han hecho esa pregunta...Ahora me la hago a mí misma, ¿me quiero?...sí, claro que sí, y ¡mucho!

Nélida

WHO dijo...

Cuando educamos a un hijo desde el respeto a sus decisiones y preferencias, será en el futuro una persona respetuosa con los demás y tendrá la suficiente confianza en sí mismo como para no dejarse manipular y gobernar su propia vida con normalidad y respeto consigo mismo y los demás.
Buena reflexión que comparto plenamente contigo.
Un beso, Who.

KUBAN dijo...

Interesante anécdota y muy llena de verdad. Gracias por seguir mi blog. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Muy interesante.
Besos.