LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LAS EMPRESAS

Hace pocos días leí en un periódico de tirada nacional una noticia que me produjo una intensa satisfacción ya que me reafirmé en mis pensamientos y volví a darme cuenta de la importancia que cada vez se le dá a la nueva visión de la vida.
Este artículo trataba sobre un seminario que organizó una consultora sobre cómo crear empresas inteligentes. Para lograrlo se llevaría a cabo métodos de trabajo basados en la aplicación de la inteligencia emociona, esfuerzo común para la consecución de metas colectivas, es decir, daban como noticia que estábamos entrando en una era en la que la psicología será vital para el funcionamiento de las empresas.
Cuando terminé de leer el periódico, mi mente empezó a imaginarse como sería o funcionaría un centro de trabajo con éstos métodos ya que se fehacientemente, que más de una empresa debe su éxito a la práctica de estas técnicas y de ahí el siguiente ejemplo:
“Los empleados de un centro de trabajo protestaban por la nefasta conducta de algunos clientes. De un lado, algunos trabajadores se esmeraban en sus funciones para minimizar cualquier roce, pero, al otro, había quien no atendía a razones. Si la amabilidad y la educación era el sello de la casa, también el estrés y el descontento se empezaba a instalar en el quehacer diario de la plantilla”. El director que era inteligente emocional, pensó que cada viernes al término de la jornada laboral los empleados se reunirían en una sala y contarían sus historias con los clientes acumuladas durante la semana en un ambiente distendido y de risas. La mejor historia se llevaba el premio y una botella de champagne. Ésta iniciativa hizo que los ánimos se relajaran y como todos querían ganar se empeñaron en tratar a los clientes más insoportables de manera que éstos, a su vez, fueron suavizando sus maneras ante tal cúmulo de atenciones...”
Esta claro que el gerente proporcionó a sus empleados herramientas para desdramatizar la situación, eliminar tensiones, motivar a su personal para al final, solucionar un problema en su empresa.
Los conflictos que afrontamos en el centro de trabajo está en nuestras mentes. Nuestros pensamientos positivos, amorosos, pacíficos se proyectan sobre los demás. Como pensamos, así vemos.
Imagínate como te gustaría que te trataran en el hospital, en el banco, en la administración, en el mercado, en el restaurante...

ROSA ARAUZ