Los pensamientos son como gotas de agua. Cuando pienso lo mismo una y otra vez, creo una increíble masa de agua. Primero, tengo un pequeño charco, que luego se convierte en un estanque, y si sigo teniendo los mismos pensamientos una y otra vez, tendrá un lago y finalmente un océano. Si mis pensamientos son negativos, puedo ahogarme en el mar de mi propia negatividad. Si son positivos, flotaré en el océano de la vida.
9 comentarios:
Predisposición.
En este mundo es más fácil dejarse llevar y ahogarse en el océano que buscar madera para hacerse un barco, flotar y disfrutar de la travesía. El paso de un lugar a otro es cuestión de predisposición por ver el vaso medio lleno o medio vacio.
Rosa, me encantó tu reflexión y esa metáfora que has hecho entre los pensamientos y el agua.
Un placer leer maravillosa reflexión. Así que demosle rienda suelta a esos pensamientos positivos para que sean nuestro inmenso océano de cosas bellas de la vida.
Un beso amiga. Me ha encantado
Hermoso.. me quedo con tus letras.,
Leerte siempre es maravilloso
Volver, después de tanto tiempo sin pasar por tu blog.. me quedo como siempre por aquí...
Un abrazo
Saludos fraternos..
Que bella fot oamiga y la reflexion hermosa,te dejo besitos de buenas noches.
Hermoso, me gustó, pero en el océano de la vida
también hay corrientes subterráneas que nos conducen entre vaivenes de desesperación y
esperanza..
Abrazos
Prefiero flotar en el océano de la VIDA y disfrutar las gaviotas revolotear en el inmenso cielo azul...aunque el alma se empeñe en estar bohemia...
Mis cariños para tí.
Supongo que es reafirmar un pensamiento..si piensas en negativo,todo saldrá cómo lo has pensado.
La mente es mucho más poderosa de lo que creemos.
Besitos y guiños.
Como dijo Van Gaal en su día (lo más sabio que dirá nunca):
¡¡SIEMPRE POSITIVO, NUNCA NEGATIVO!!
(Creo que fue al verrés, pero yo me lo guiso y yo me lo como, jajaja)
Llegué por impulso y al ver el título del blog me dije: aquí me quedo; siempre fui un mendigo de caricias y, mientras no encuentre algo mejor, creo que continuaré siéndolo.
Respecto a la reflexión, siempre he creído que lo sabios eran como los ríos, ambos acaban desembocando en su propia "oceanidad".
Bikiños
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