¿Has comido o cenado alguna vez mientras veías la televisión y al ir a coger el siguiente bocado te has dado cuenta de que el plato estaba vacío? Si es así, te has sentido como si no hubieses comido nada, como si no pudieses recordar lo último que comiste ¿Alguna vez has pasado la velada con tu pareja u otra persona, y al final de la noche, cuando la has mirado, has tenido la sensación de que la estabas viendo por primera vez?
Todos hemos vivido alguna versión de estos guiones: perder la noción de lo que somos y de lo que estamos haciendo. No es una cuestión de falta de memoria, ni siquiera de estar preocupado por algo. Es más bien cuestión de falta de concentración. La mayoría de nosotros pasamos la mayor parte del tiempo perdidos en recuerdos del pasado o pensando en lo que tenemos que hacer mañana. Tanto si nos damos cuenta de ello como si no, esta falta de atención por el presente, el no prestar una atención completa a quienes nos rodean, reduce nuestra calidad como personas.
Es importante dedicar la atención centrada en un punto a quienes nos rodean. En vez de simplemente escuchar las palabras de la otra persona, mírela a los ojos, observe su boca al formar los sonidos, preste atención a la inflexión de su voz y a la emoción que se oculta tras lo que dice.
La atención centrada en un punto es muy importante en la vida diaria. Si no la practicas, te estás perdiendo parte de la vida, sencillamente estás pasando tus días, repitiendo lo que hiciste el día anterior. ¿Adónde se fue el tiempo? Necesitas mantener la mente en el presente para apreciar completamente los dones y las oportunidades que cada día te ofrece.
No experimentar por completo el presente puede ser una forma sutil de sabotaje mental. A manera de experimento, la próxima vez que estés lavando los platos o arreglando el coche, fíjate en las veces en que tu mente se distrae. De repente, saltas y te plantas en la discusión que tuviste ayer con tu hijo, luego dasotro salto y estás con el aumento de sueldo que tu jefe te prometió pero que todavía no ha hecho efectivo. Estos pensamientos te distraen del asunto que tienes entre manos. Puedes pensar que estás trabajando o arreglando el carburador o quitando la grasa de las bandejas de la noche anterior, pero por debajo están esos susurros que pueblan tu mente y que te hablan de otras cosas. Una vez que te des cuenta de dónde están realmente tus pensamientos, también te percatas de la existencia de esas sutiles cintas grabadas. Entonces puedes realizar un esfuerzo consciente y decir: ¡alto! Y hacer que la mente regrese a la realidad y, en vez de pensar en el pasado o el futuro, presta atención al momento presente.
El desarrollo de la atención centrada en un punto requiere cierta práctica. Debemos entrenar nuestras mentes para prestar una completa atención a lo que tenemos entre manos y lo que nos rodea. En la actualidad, eso no es muy fácil de hacer, en un mundo en el que se juzga y valora a las personas por la cantidad de cosas que son capaces de hacer simultáneamente. Hoy en día rara vez hacemos una sola cosa a la vez. Conducimos el coche al mismo tiempo que hablamos por el móvil o escuchamos la radio. Comemos mientras leemos el periódico, los estudiantes hacen las tareas con la música a todo volumen y con la televisión puesta. ¡No es extraño que a veces nos cueste recordar lo que hicimos hace tan sólo cinco minutos! Estamos tan ocupados viviendo vidas fragmentadas que dejamos de prestarnos atención a nosotros mismos. Vivimos en las fantasías de lo que debería ser, recuerdos de lo que fue y esperanzas de lo que será.
Vivir distraídamente significa que estamos huyendo de algo, como de nuestro miedo a sentirnos inadaptados, solos e iracundos. Si nos detenemos a escuchar y centrarnos en el momento presente, habremos dejado de huir y veremos que hemos vivido nuestras vidas con miedo y de acuerdo con las expectativas de otras personas. Estar en el aquí y ahora, estar verdaderamente atentos a nuestros cuerpos, nuestros miedos, nuestros sentimientos de que no valemos nada y hacerles frente exige valor.
La atención centrada en un punto es imprescindible para aprender, recordar y escuchar correctamente. Si tu hijo te está explicando algo, y no prestas atención a lo que está diciendo, el niño percibe la diferencia. Al no prestarle atención, te está transmitiendo el mensaje de que él no es importante. Y cuando el niño ldice: "Mamá, no me estás escuchando", le pides perdón y entonces le escucha, y luego, para aliviar su sentimiento de culpa, le compras algo o le haces un regalo.
No hay sustituto posible a la atención sin fisuras. Los niños lo saben muy bien.
Éstos son algunos trucos para hacer una cosa a la vez:
· Cuando laves los platos, no pienses en la discusión que tuviste con un amigo hace diez años. Por el contrario, concéntrate en el movimiento circular de la esponja en los cazos, en el agua que corre por tus manos y la espuma del lavavajillas. Disfruta del momento presente.
· Cuando conduzcas, concéntrate en la carretera y en los otros conductores. Presta atención a lo que está sucediendo en la carretera, no a lo que están dando por la radio, a lo que tiene que hacer mañana o a quién podría llamar por el móvil. Disfruta del momento presente.
· Cuando alguien se te acerque para decirlte algo, deja a un lado lo que estés haciendo y préstale una atención sin fisuras: míraló a los ojos, date completamente la vuelta hacia él, escuchaló con el cuerpo, los ojos y los oídos. Disfruta del momento presente.
Notarás algo increíble. De inmediato, el momento presente se incrementará notablemente: los colores parecerán más vivos y los sonidos serán más claros. No necesitaras poner la televisión a todo volumen, porque tu atención estará centrada en lo que estás viendo y en lo que estás diciendo, y serás capaz de escucharlo todo más claramente que nunca.
4 comentarios:
Cuantas cosas nos perdemos por nos saber centar nuestra antención en el MOMENTO, cuanta ansiedad nos causa el tener la mente perdida en el pasado, en el futuro. Hay que intentar vivir en el presente, aunque sea difícil.
Me gusta mucho tu blog. Estaré encatada de leer estos consejos.
Un abrazo
Es curioso lo de centrarse en un solo punto.
Imagínate que estás mirando un objeto que está a 10 metros de ti. Entre ti y el objeto no hay nada, sólo aire. ¿Sólo aire? Si realmente enfocáramos nuestra atención en ese espacio "vacío" de 10 metros, podríamos llegar a sorprendernos de la cantidad de "cosas" que se pueden llegar a ver...
Un besote, Rosa, ¡¡muack!!
Lo de la comida me ha pasado un millón de veces, y siempre ha tenido "la culpa" la tele. Me centro en lo que estoy viendo, y como por inercia, y de repente ¡hala!, está el plato vacío...
No es tarea fácil prestar atención, en mi cabecita revolotean siempre un millón de cosas. Espero conseguirlo siguiendo tus consejos.
Besitos.
Hola preciosa hoy decidi hacerte una visita y me gusto todo lo que vi.Un besito
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