Me desahago de los "debería" que hay en mi vida.
Borro para siempre de mi vocabulario la palabra "debería" que me aprisiona. Cada vez que la pronuncio, digo que me equivoco, o que otra persona está equivocada. Lo que digo entonces realmente es: "no valgo lo suficiente". Desde este instante, reemplazo la palabra "debería" por la palabra PODRÍA, que me da a entender que puedo escoger, que soy libre de hacer lo que quiera. Necesito comprender que todo lo que hago en la vida lo elijo. En realidad, no hay nada que tenga que hacer. Siempre puedo escoger. Y ASI ES...
2 comentarios:
Dña Rosa, sigue usted tan bella y tan atinada.
Viva Caí!
Siempre sigo este precepto, la palabra podría es poderosa y te da libertad
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