Enviado por mi amigo Manuel Chulian. GRACIAS
Jacinto era un sembrador... todos los dias salia a trabajar la tierra llevando sus semillas, que eran chispas de luz con vida propia, pues se esparcian por todo el lugar llevando alegria, color y esperanza a todo el lugar. Las semillas querian crecer, ser fuertes, moldear sus raices y convertirse en flores y plantas brillantes y luminosas.
Como sembrador Jacinto habia aprendido que el jardin que el veia como EL MUNDO era una ilusion, un sueño construido por los propios habitantes, por eso ante las inundaciones o tiempos de sequia el continuaba su siembra. Hacia viajes largos, visitaba jardines remotos, conocia lugares donde se hablaban lenguas distintas y el solo llevaba consigo su saco de semillas. A veces, en el camino las perdia, se le caian o las regalaba pero el confiaba en que siempre tendria semillas.
Para el, todo a su alrededor fluia perfectamente, sabia que lo visible y lo invisible se unia en un punto sutil y que en su corazon estaba el origen de todo lo que existe... comprendia que todos los habitantes del jardin hadas, duendes, elfos y otros sembradores de luz tambien tenian esas semillas dentro de si, pero lo habian olvidado.
En uno de los arboles del jardin Jacinto dejo un mensaje:
Todos somos la luz del mundo, hijos e hijas de las estrellas. No olvides tu brillo que refleja el brillo de tu hermano, de una flor, del hada, de la roca. Eres la luz del mundo y no puedes sino sembrar luz a tu paso.
Con amor